Nuestra guía sobre el síndrome de las piernas inquietas

restless legs syndrome

El síndrome de las piernas inquietas (SPI o RLS en inglés) es un trastorno que provoca un impulso incontrolable de mover las piernas. Esta afección puede dificultar el sueño y provocar fatiga diurna. El síndrome de las piernas inquietas afecta a los nervios, provocando un deseo irrefrenable de mover las piernas. Suele ir acompañado de dolor, palpitaciones u otras sensaciones desagradables. Los síntomas suelen empeorar cuando se está inactivo (como sentado o tumbado).

No existe cura conocida para el síndrome de las piernas inquietas, pero hay tratamientos que pueden ayudar a aliviar los síntomas. Esta guía le proporcionará información sobre el síndrome de las piernas inquietas, incluidas sus causas, síntomas y opciones de tratamiento.

Síntomas del síndrome de las piernas inquietas

El deseo de mover las piernas, sobre todo al sentarse o tumbarse en la cama, es el síntoma más conocido del SPI. Sin embargo, también puede experimentar sensaciones inusuales en las piernas, como hormigueo, arrastramiento o tirones.

Si padece un SPI leve, es posible que no experimente síntomas todas las noches. Podría atribuir estos movimientos al estrés, la inquietud o el nerviosismo.

Es difícil ignorar los casos graves de SPI. Puede dificultar la realización de las actividades más sencillas, como ir al cine o un largo viaje en avión.

Los síntomas suelen afectar a ambos lados del cuerpo, pero algunas personas sólo los tienen en uno. Otras partes del cuerpo, como los brazos y la cabeza, pueden verse afectadas por el SPI. Los síntomas del SPI empeoran con la edad en la mayoría de las personas.

¿Qué causa el síndrome de las piernas inquietas?

Se desconoce la causa del SPI. Sin embargo, los factores genéticos y los desencadenantes ambientales pueden ser factores contribuyentes.

Más del 40% de los pacientes de SPI tienen antecedentes familiares de esta enfermedad. Se han relacionado cinco variantes genéticas con el SPI. Los síntomas suelen aparecer antes de los 40 años si es hereditario.

Aunque los análisis de sangre muestren que su nivel de hierro es normal, puede existir una conexión entre los niveles bajos de hierro y el SPI.

El SPI puede estar causado por una alteración en las vías cerebrales de la dopamina. La dopamina también está relacionada con la enfermedad de Parkinson. Esto podría explicar por qué tantas personas con enfermedad de Parkinson padecen también SPI. Ambas afecciones se tratan con algunos de los mismos medicamentos.

Ciertas sustancias, como la cafeína o el alcohol, pueden provocar o empeorar los síntomas.

¿A quién afecta el síndrome de las piernas inquietas?

El SPI puede aparecer a cualquier edad. Pero, se vuelve más común y grave en mujeres mayores de los los 40 años.

Algunas mujeres experimentan SPI durante el embarazo, especialmente en el tercer trimestre. Afortunadamente, esto desaparece en unas semanas después del parto.

El SPI puede estar causado por neuropatía periférica, diabetes e insuficiencia renal. Medicamentos como los antinauseosos, los antipsicóticos, los antidepresivos y los antihistamínicos también pueden provocar síntomas de piernas inquietas.

Diagnóstico y pruebas

No existe ninguna prueba que pueda confirmar o descartar el SPI. Por lo tanto, su descripción de los síntomas se utilizará para realizar una parte sustancial del diagnóstico.

Para ser diagnosticado de SPI, todas las condiciones siguientes deben estar presentes:

  • los síntomas sensoriales empeoran por la noche y son leves o están ausentes durante el día
  • un fuerte deseo de moverse, generalmente acompañado de sensaciones extrañas
  • los síntomas sensoriales empeoran cuando intenta relajarse o dormir
  • los síntomas sensoriales mejoran cuando se mueve

Su médico de cabecera le realizará análisis de sangre para detectar una carencia de hierro y otras deficiencias o anomalías. Si hay indicios de que se trata de algo distinto al SPI, puede que le remitan a un especialista del sueño, a un neurólogo o a otros especialistas.

El SPI puede ser más difícil de diagnosticar en niños que no pueden describir sus síntomas.

Medicamentos para el síndrome de las piernas inquietas

La medicación no curará el SPI, pero ayudará a controlar los síntomas. Pueden ser necesarios varios intentos para encontrar el remedio adecuado. A medida que cambien sus síntomas, su médico ajustará la medicación y la dosis en consecuencia.

Las náuseas y un ligero mareo son posibles efectos secundarios. Además, en algunas personas pueden causar trastornos del control de los impulsos, somnolencia diurna y empeoramiento de los síntomas del SPI.

He aquí una lista de posibles medicamentos:

  • Agentes dopaminérgicos
  • Benzodiacepinas
  • Opiáceos
  • Anticonvulsivos

Magnesio para las piernas inquietas

Los suplementos de magnesio pueden ayudar a aliviar los síntomas del síndrome de las piernas inquietas. Además, el glicinato de magnesio se utiliza a veces como remedio convencional o alternativo para el tratamiento, principalmente cuando la carencia de magnesio contribuye a los síntomas.

Aumentar los niveles de magnesio facilita la relajación de los músculos. Esto podría deberse a su capacidad para bloquear el calcio, que ayuda a regular los nervios y los músculos en lugar de permitir que el calcio «active» los nervios. Cuando la deficiencia de magnesio contribuye al SPI, obtener más magnesio resulta muy eficaz.

Piernas inquietas y vitamina D

Una causa potencial del SPI es la carencia de vitamina D. La vitamina D es una hormona que ayuda a regular el movimiento muscular, y la falta de vitamina D puede contribuir al desarrollo del SPI. Los estudios han demostrado que las personas con SPI son más propensas a tener niveles bajos de vitamina D que las que no padecen SPI.

Existen algunas pruebas de que un suplemento de vitamina D puede ayudar a mejorar los síntomas del SPI. Un estudio encontró una posible asociación entre la deficiencia de vitamina D y el SPI.

Cambios en el estilo de vida para disminuir los síntomas del síndrome de las piernas inquietas

restless leg syndrome - sleep environment

Hacer cambios en su rutina de ejercicios, dieta y medicamentos son sólo algunas de las formas en que puede mejorar su SPI. Echemos un vistazo a algunos remedios caseros:

Utilice el tratamiento de la temperatura

Relájese dándose un baño o una ducha caliente antes de acostarse. Aplicar compresas frías o calientes en las piernas también puede aliviar el dolor.

Si experimenta sensaciones de hormigueo a causa del SPI, la temperatura de la compresa también puede distraer sus músculos.

Estiramientos y masajes

Convierta en parte de su rutina estirar las piernas y flexionar los tobillos a diario.

Si viaja, seleccione un asiento de pasillo en un avión y asegúrese de levantarse y moverse con regularidad. Lo mismo puede decirse de una sala de cine.

Los masajes frecuentes también pueden disminuir los síntomas de las piernas inquietas. Además, visitar semanalmente a un profesional o aprender nuevas habilidades en casa es una buena forma de controlar el síndrome de las piernas inquietas.

Revise todos sus medicamentos

Comente con su médico todos los medicamentos que toma, incluidos los que no requieren receta.

Algunos medicamentos para la alergia y el resfriado, los antidepresivos, los antipsicóticos y los medicamentos contra las náuseas, por ejemplo, pueden exacerbar los síntomas del SPI. Sin embargo, existen opciones alternativas que podría probar en su lugar.

Cree un régimen de ejercicio

El ejercicio es una forma excelente de disminuir los síntomas del síndrome de las piernas inquietas. Pero debe evitar cambios bruscos en su nivel de actividad, como empezar a entrenar para una maratón o interrumpir bruscamente su rutina habitual.

Reduzca su consumo de cafeína

Abandonar el café, el chocolate, los refrescos con cafeína y otros alimentos que la contengan puede ayudarle a relajarse y a dormir mejor.

Reduzca su consumo de alcohol

Aunque el alcohol puede ayudarle a conciliar el sueño, también le despertará en mitad de la noche. Las piernas inquietas pueden volverse aún más molestas cuando esto ocurre.

Mantenga una dieta sana

Esto es algo que todo el mundo debería hacer, pero es aún más importante si padece SPI. Algunos casos de SPI se han relacionado con una falta de hierro. Por lo tanto, los suplementos de hierro pueden ser beneficiosos.

Mejore sus hábitos de sueño

Mejore sus hábitos de sueño

  • acostándose a la misma hora
  • terminar de comer 2-3 horas antes de acostarse para dar tiempo a la digestión
  • manteniendo en su dormitorio un ambiente fresco, oscuro y propicio para el sueño
  • levantarse a la misma hora

Conclusión

En conclusión, si se plantea tomar suplementos para sus piernas inquietas, puede que merezca la pena probar los suplementos de magnesio o vitamina D. El magnesio facilita la relajación muscular, lo que puede ayudar a aliviar los síntomas de las piernas inquietas. Realizar cambios en su estilo de vida también puede ayudarle a controlar sus piernas inquietas, así que asegúrese de probarlos antes de recurrir a los suplementos.

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